Área Pequeña es más que un vino: es una declaración de intenciones. Un homenaje a lo pequeño, a lo artesanal, a todo aquello que crece con mimo, paciencia y dedicación. Es el resultado de un sueño compartido por dos futbolistas que decidieron pisar fuerte también en el terreno del viñedo, recuperando la parcela familiar en Labastida, al abrigo de la Sierra del Toloño.
Un viñedo plantado en 1920, con una mezcla tan singular como honesta: 80% tempranillo, 10% garnacha y 10% viura. Esta convivencia de variedades, típica de los viejos viñedos riojanos, le da al vino una expresión compleja y muy personal. La elaboración se hace sin prisas: fermentación espontánea, suaves remontados, y una crianza de 16 meses en barricas francesas sin aditivos ni manipulaciones innecesarias. Solo paciencia, intuición y respeto por la uva.
En copa, Área Pequeña 2022 se muestra con un intenso color cereza y una nariz vibrante de fruta roja fresca, con sutiles notas especiadas y un fondo mineral. En boca es profundo, estructurado, con taninos pulidos, una acidez viva y un final largo que invita a seguir bebiendo. Un vino que no grita, pero deja huella.
Porque lo pequeño, cuando se hace con alma, puede ser muy grande.