El Enemigo nace como un proyecto casi íntimo entre Alejandro Vigil, director enológico de Catena Zapata y uno de los enólogos más influyentes de Latinoamérica, y Adrianna Catena, historiadora e hija de Nicolás Catena. Juntos decidieron crear vinos que no siguieran las reglas… sino que las trascendieran.
Su punto de partida es Gualtallary, a 1.350 metros de altitud, donde la viña crece en suelos pobres de caliza y arena bajo un clima frío, seco y de noches muy marcadas. En este paisaje áspero y luminoso, la uva desarrolla una frescura vibrante, una mineralidad palpable y una intensidad aromática que hacen de este Cabernet Franc algo único.
Al servirlo, despliega aromas profundos de fruta roja y especias. En boca es jugoso, amplio y sedoso, con taninos dulces que se integran con una acidez precisa que alarga el vino y lo mantiene vivo.
Es un vino perfecto para carnes a la parrilla, cordero asado, platos especiados, quesos curados o un risotto de setas. Un tinto para quien aprecia la profundidad, para quien busca descubrir algo distinto, para quien quiere detenerse y disfrutar.