Un decantador es un recipiente con un amplio cuerpo con el objetivo de decantar los restos sólidos del vino, además de permitir respirar al mismo y mostrar de mejor forma sus aromas. Hay que tener en cuenta que no es necesario decantar todos los vinos, dependerá de múltiples factores como el tipo de uva, el envejecimiento o la añada de la botella. Aunque existen decantadores de diferentes formas y tamaños todos ellos deben de cumplir una serie de objetivos comunes que son:
1. Elaborados mediante material transparente (normalmente vidrio o cristal), para poder ver con claridad el color, la limpieza o la intensidad del vino.
2. La capacidad debe ser aproximadamente de 1 litro como mínimo para poder albergar en su interior el total de la botella de 75 cl. de vino.
3. Contar con una boca lo suficientemente amplia como para poder derramar el vino una vez se vaya a servir.
Objetivos de decantar un vino
1. Separar los sedimentos o posos del vino
Muchos vinos durante el envejecimiento, o si en el proceso de elaboración no ha tenido un filtrado completo, se forman una serie de sedimentos que se acumulan en la parte inferior de la botella. Son los llamados posos del vino que en algunas ocasiones son muestra de la buena calidad del vino, por lo que la presencia de estos sedimentos no implica que el vino sea de mala calidad.
Para poder eliminar estos sedimentos debemos decantarlo siguiendo una serie de consejos. En primer lugar debemos colocar unas horas antes el vino en posición vertical para que los sedimentos se acumulen en la parte inferior de la botella. Una vez abramos la botella se deberá servir el vino en el decantador lentamente, se debe realizar de forma cuidadosa y con suavidad evitando mover demasiado la botella para que los sedimentos no entren en suspensión.
Es importante prestar atención a la botella, ya que cuando veamos que los posos se acercan al cuello de la botella deberemos parar. Una vez hayamos servido toda la botella de vino debemos dejarlo reposar unos minutos para que cualquier sedimento que se haya introducido en el decantador se deposite en el fondo del mismo.
2. Oxigenar el vino
En algunas ocasiones, normalmente en vinos de mucha edad con procesos de envejecimientos largos, cuando abrimos la botella detectamos un olor ligeramente desagradable, con un toque a humedad o azufre. esto se debe a los aromas generados durante los procesos de crianza del vino durante la reducción, debido en parte a la falta de oxígeno. En estas ocasiones el contacto del caldo con el aire hará que aparezcan los aromas que realmente pertenecen al vino, el bouquet del vino.
Debemos decantar el vino con especial cuidado, también podemos, previamente, servir un poco del vino en un copa y si vemos que va mejorando con el paso de los minutos decantar el resto de la botella. El decantador tiene una superficie mucho mayor que la botella por lo que el contacto con el aire será mayor y permitirá que se airé en menor tiempo. Un tiempo que variará dependiendo del tipo de vino que vayamos a consumir.
3. Abrir el vino
Esto ocurre sobretodo con los vinos denominados jóvenes, ya que pueden presentarse con un aroma leve o casi imperceptible. El decantarlo en este caso permitirá abrirse al vino, es decir, se desarrollen de manera adecuada los aromas que no hemos podido percibir en un primer contacto. En este caso no importará tanto el decantarlo de manera lenta y cuidadosa ya que el aire favorecerá este vino, un proceso que se puede comparar a cuando se agita la copa antes de beber un vino.
Una vez tengamos claros los objetivos de decantar un vino hay que tener en cuenta que existen dos tipos principales de decantadores que se deberán utilizar en función del vino:
1. Decantadores de máxima oxigenación: también llamados aireadores son aquellos que dada la anchura de su boca y sus paredes permitirán que el vino rompa y se oxigene o airé más rápidamente, de esta manera se eliminarán los habituales aromas de reducción, es decir, que son los decantadores ideales para vinos reservas y gran reservas.
2. Decantadores de mínima oxigenación: son aquellos con la boca más estrecha e inclinación de las paredes menos pronunciada. Este tipo de decantador lo utilizaremos para eliminar los posos o sedimentos del vino, o cuando consideremos que el vino no necesita abrirse. También se utiliza para vinos jóvenes los cuales necesitan ser decantados para que los posos naturales del vino no lleguen a la copa.