En una tierra donde los viñedos fueron arrancados para dar paso al cereal, aún resiste, como una cicatriz noble en la memoria del paisaje, La Reguilona: un viñedo plantado en 1878 por Sotero, tatarabuelo del actual viticultor. Más de 140 vendimias han pasado por sus cepas en pie franco, testigos vivos de una viticultura anterior a la filoxera.
Sotero Pintado La Reguilona es un vino que no se rinde a las modas ni a los adornos.100% Tinta Fina, esta añada 2018 ha sido elaborada con el máximo respeto: vendimia manual, selección minuciosa racimo a racimo, fermentación en tino de roble y una larga crianza de 18 meses en barricas de 500L de roble francés, más otro año de reposo en botella antes de ver la luz.
El resultado es un vino profundo, oscuro y denso como la tierra que lo vio nacer. En nariz, despliega capas de aromas que van desde la piedra húmeda y el regaliz hasta las especias dulces, el pan tostado y las maderas nobles. En boca,su acidez equilibra el alcohol en armonía con la gran cantidad de taninos presentes, dando como resultado un vino elegante y fino.
Este vino no necesita contar nada que no esté ya en su propia existencia: el testimonio de un viñedo irrepetible, de un pueblo que casi olvidó sus raíces y de una familia que decidió volver a escuchar lo que la tierra aún tenía por decir.