Valdaya no es solo una bodega, es un puente entre generaciones, entre Cataluña y Castilla, entre pasado y futuro. Nació del sueño de Elena López, hija de viticultores de Sotillo de la Ribera, que unió su vida a la de Joaquín González en Barcelona. Juntos decidieron volver al origen y fundar una bodega en el pueblo natal de Elena, junto a su familia, para transformar sus uvas en vinos que hablasen de identidad y pertenencia.
Después de unos primeros años de búsqueda y aprendizaje, en 2013 todo cambió con la llegada de Marta Ramas y Miguel Fisac, dos jóvenes enólogos formados en Burdeos, Napa y Sudáfrica. De su mano nació una nueva Valdaya: vinos de precisión, microvinificaciones por parcela, procesos manuales y una obsesión por la pureza. Cada una de las mejores nueve parcelas familiares se vinifica por separado, en pequeñas cantidades, para preservar la expresión única de cada viñedo antes de formar el coupage final.
Valdaya 2019 es la quintaesencia de ese trabajo. Un vino que apuesta por la elegancia más que por la fuerza, por la fruta limpia, la textura sedosa y una frescura inesperada en la Ribera. Aromas de ciruela madura, mora, violeta, regaliz, sutiles tostados y una fina nota de tierra húmeda. En boca, equilibrio impecable, tanino pulido, cuerpo medio-alto y un final largo, sabroso, que invita a seguir.
Valdaya es un Ribera con alma contemporánea, elaborado a mano y con cabeza, donde cada sorbo te cuenta la historia de una familia que volvió a sus raíces para hacer algo distinto, y lo consiguió.
